

Las cifras no mienten y son crudas. Una región con un nivel de pobreza de 85% (Fuente: INEI-) y que necesita urgente atención para la implementación de su infraestructura básica en saneamiento, energía, agricultura, carreteras, salud y educación tiene un presidente regional incapaz de utilizar mecanismos de convenios interinstitucionales con Organismos No Gubernamentales.
Lo único que ha hecho en todo este tiempo el presidente Salas Guevara Schultz es quejarse del Sistema Nacional de Inversión Pública, como si el SNIP no tuviera el mismo el mismo alcance para otras regiones similares a la nuestra como Ayacucho y Apurímac que SÍ han hecho un gasto eficiente de sus recursos presuputarios, ejecutando sus gastos de inversión al 100%.
El trabajo de Salas deja mucho que desear, sobre todo porque no hay resultados que hayan permitido reducir la pobreza y mejorar el nivel de vida de la población huancavelicana. Un presidente regional sin capacidad de gestión, sin iniciativa ni creatividad para buscar soluciones a los problemas regionales, un presidente regional que se regala al gobierno alanista y abandona a su suerte a las comunidades campesinas no merece continuar siendo el representante de todos los huancavelicanos.